La obesidad se define como un exceso de masa adiposa, cuantificada mediante el índice de masa corporal (IMC), que corresponde a la relación entre el peso en kilos y el cuadrado de la estatura en metros.

La morbimortalidad de la obesidad se la relaciona con múltiples factores de riesgo asociados, que corresponden sobre todo a las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, el síndrome de la apnea del sueño, la hipertensión arterial, las dislipemias, etc.

Hoy día esta mas que demostrado el efecto a corto o largo plazo sobre los factores de comorbilidad. Los tratamientos médicos de esta forma grave de obesidad, que implican la utilización de normas dietéticas, una modificación de la conducta alimentaria y el uso de medicamentos, conducen siempre al fracaso en estas sobrecargas de peso ya que no responden al tratamiento.

Esta es una enfermedad crónica, su causa real no es curable, solamente su síntoma principal, el sobrepeso puede controlarse.
El tratamiento quirúrgico es el único método que mantiene a largo plazo el descenso de peso.

En esta ultima década han resurgido viejos conceptos, que aunados a la cirugía laparoscópica, han hecho que la cirugía bariátrica se halla posicionado como una nueva alternativa para el tratamiento de la obesidad mórbida. Para esto se requiere un trabajo multidisciplinario, además de la capacitación técnica para llevar a cabo estos tipos de cirugía.

El requisito mínimo para ser tenido en cuenta como candidato para el procedimiento es tener un indice de masa corporal entre 30 y 35 kg/m2 y una comorbilidad ó un IMC de 40 o superior.